Mayordomos vs. Forajidos: Comodidad y Salvajismo por Velkan Corvinus
Por Velkan Corvinus
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El conocido lifestyle del emprendedor exitoso es de
las nuevas mercancías que se están vendiendo o la nueva meta que se les ha
puesto a los de abajo como si fuera una tierra prometida, para que traten de
alcanzarla como galgos corriendo tras el conejo en las carreras para el
disfrute de los espectadores burgueses.
Uno de los nuevos alfas o mentores relacionados
totalmente a los negocios y el dinero mencionó algo totalmente cierto respecto
del consumo de la gente hacia las marcas. La gente no compra la marca sólo por
ser una marca (ya sea Gucci, Channel, Calvin Klein o cualquier otra estupidez)
sino que lo que están comprando es “la pertenencia”, ya que la gente es tribal y
busca pertenecer a una tribu o a una cierta clase de personas a las que aspiran
ser, llegar a ser o fantasear jugando de que son ellas. Podemos ver esto
incluso en los tianguis, mercados o tiendas de ropa callejeras en donde venden copias
piratas o clones de dichas marcas de diseñadores, para los que no puedan acceder
a los originales por su alto costo y puedan tener algo parecido y fanfarronear
que es original o al menos, que aunque no tienen el capital para ese consumismo
imbécil, al menos dan a ver que son conocedores “del buen gusto”. Sinceramente
este último grupo de personas son las más patéticas, como el que tiene la
corona de cartón de Burger King y fanfarronea de que es un rey.
Los estándares sociales en este Imperio de la Nada los
imponen los que dominan, y estos son las élites burguesas que a través de los
medios de comunicación y modas imponen el sentido, que para ser alguien que vale,
de alto estatus, es a través de la riqueza y la “buena vida”. Instauran el culto
a los carros deportivos, las marcas, las bolsas, los tenis, las revistas, los
cuerpos ya sean los cuerpos inútiles de culturistas de moda (los que solamente hacen pesas para verse "bonitos") o los cuerpos antinaturales
de las modelos mujeres photoshopeadas de las revistas.
Vemos también estos “Influencers” que son básicamente
los evangelistas de la modernidad y el dios dinero diciéndote e inculcándote cual
es el camino, quienes son los pecadores y los que no están en el camino de la
verdad, separando “creyentes elegidos” de los “herejes corruptos”, alfas y betas. Vemos que te dicen cómo debe de ser un verdadero hombre, como
debe vestirse, obviamente con ropa de marca y perfumes ya que un hombre debe
oler bien a Channel o Carolina Herrera, como debe comportarse con las mujeres,
debe ser seductor, “lenguaje corporal de estatus”. Y con las mujeres esto se
intensifica más, medidas del cuerpo perfectas, si te sales de ese estándar eres
gorda, debes ser buena en el sexo pero no demostrarlo, los “shit test” para probar
al pretendiente ya que tú lo vales (aunque no sea así), las dietas inútiles, el
gluten, etc.
“La sociedad moderna no educa
para vivir sino para servir”
-Nicolás Gómez Dávila
Esos emprendedores exitosos, burgueses empresarios y
dueños de marcas afrancesadas te enseñan o te inculcan la idea de que tú no
eres suficiente para ti mismo, que estás vacío y si quieres sentirte bien,
realizado y alfa debes aspirar y buscar ascender a ese círculo selecto del 1% digno
del mundo, pero hay un problema. Ellos tienen su estilo de vida, sus lujos y
comodidades, gracias a que te generaron la necesidad de consumir lo que ellos
producen, la necesidad de querer ser como ellos y probar un poco de su cielo. Para que ellos estén arriba es porque tú estás abajo. Ellos necesitan que tu estés
abajo para que ellos disfruten de sus comodidades y sus lujos, para sentirse
dioses entre plebeyos y sentir esa alabanza hacia ellos, no porque sean buenos
en algo o dignos de ser alabados, sino porque son deseados y representan esa excentricidad
que todos quieren ser pero no podrán serlo. Bien dijo Savitar de la serie
progre de flash, “para ser un dios debes hacer que los demás piensen que lo
eres”.
Los alfas burgueses pertenecen a un sistema muy frágil
y débil, ellos aunque son los nobles y evangelistas del mundo moderno son
esclavos de su debilidad, son los mayordomos de los verdaderos reyes, son los
mejores sirvientes de entre los sirvientes, quieren conservar su estatus, su
confort, sus lujos, quieren ser los privilegiados del sistema, no lo quieren
derrumbar ni cambiar, quieren que continúe, quieren mantenerse como dioses y que
los mortales trabajen, para que ellos sigan conservando su estilo de vida en lo
alto y sentirse especiales.
En este tipo de Imperio la mejor opción es ser un
forajido, las marcas nos valen pinchemil hectáreas de verga, no nos importan
tus estándares de débil masculinidad burguesa ni tus estándares de belleza, no
nos importan tus joyas, ni tus carros ni tu refinado estilo de ropa. Seremos
vistos como los fuera de la ley, de SU ley, porque no nos amoldamos a sus “modas”,
a sus deseos, a sus leyes, a sus estilos, a su filosofía ni a sus gustos.
¿Ellos que pueden ofrecer que nos genere un respeto hacia ellos? Absolutamente nada.
Viven en burbujas de realidad, son personas que han buscado la debilidad como
un estilo de vida, el sudar menos y disfrutar más, buscan desesperadamente un
estilo bonobo de vida, en donde solo necesiten estirar la mano para tomar la
banana, o mejor aún, pagar para que se la den en la boca. Se dicen luchones y
guerreros cuando el peligro más grande que enfrentan es mendigar una firma de
accionistas, juntas en línea a través de la computadora o reuniones
empresariales con lame botas idiotas u otros empresarios con la misma o peor
naturaleza de mierda.
Ellos no quieren ensuciase las manos ni trabajar en el
sol ni terminar agobiados por el trabajo del día, ellos quieren trabajar a gusto
desde una computadora en sus hoteles de lujo, ellos huyen de la idea de viajar
en un avión tradicional, ellos quieren aviones privados, ni siquiera les interesa
saber defenderse ya que pagan para que los defiendan.
Son la versión de la Roma degenerada, que pagaba a los bárbaros (hombres fuertes) para que los defendieran y fueran su ejército, ya que se habían hecho tan débiles que ya no sabían mantenerse seguros. Cuando esos salvajes de afuera de sus burbujas decidan encontrarse con ellos, ¿Cómo sobrevivirán?, a ellos no les importan tus perfumes, tu estatus alfa, tus marcas, ni tu coche, ellos vienen de un mundo en que la lucha es la ley natural, el sudor, el esfuerzo y la sangre el pan de cada día, ¿qué van a ser? Ellos que nunca han conocido el verdadero miedo, el verdadero esfuerzo, el verdadero sentido de lucha, ¿Cómo planean sobrevivir?, ellos que solo conocen el valor del dinero y no de la sangre y la verdadera lucha, esencia que solo existe en el corazón de un forajido que abandonado por el mundo del cual nació, sobrevive con sólo su fuerza de voluntad y su coraje.
Son la versión de la Roma degenerada, que pagaba a los bárbaros (hombres fuertes) para que los defendieran y fueran su ejército, ya que se habían hecho tan débiles que ya no sabían mantenerse seguros. Cuando esos salvajes de afuera de sus burbujas decidan encontrarse con ellos, ¿Cómo sobrevivirán?, a ellos no les importan tus perfumes, tu estatus alfa, tus marcas, ni tu coche, ellos vienen de un mundo en que la lucha es la ley natural, el sudor, el esfuerzo y la sangre el pan de cada día, ¿qué van a ser? Ellos que nunca han conocido el verdadero miedo, el verdadero esfuerzo, el verdadero sentido de lucha, ¿Cómo planean sobrevivir?, ellos que solo conocen el valor del dinero y no de la sangre y la verdadera lucha, esencia que solo existe en el corazón de un forajido que abandonado por el mundo del cual nació, sobrevive con sólo su fuerza de voluntad y su coraje.
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