Manifiesto Ungerista por Frente Ungerista Identitario
1 Sangre y Tradición
Tenemos a la Tradición como principal eje de nuestro
ser. Nuestra identidad que viene de nuestros ancestros y la espiritualidad
antigua que viene de éstos y llega a nosotros como sus herederos. Nuestra
identidad espiritual y cultural es nuestro mayor tesoro ante la ola moderna que
quiere destruir todo el pasado. Vemos el renacimiento de la estirpe antigua de
todos los pueblos como parte de nuestro camino y de nuestra lucha.
(La Tradición se define como la “Identidad” de un
pueblo, todo lo que lo conforma: su etnia, su cultura, sus costumbres, sus
dioses, su espiritualidad, su cosmovisión de la existencia y la vida, todo, y
su linaje desde sus primeros ancestros hasta sus más actuales herederos. La
Tradición es la esencia de los hombres y los pueblos que está siendo olvidada y
destruida, cambiada por una identidad consumista y globalista.
Ungern-Khan vio en Mongolia como la Tradición seguía viva,
una Identidad que no estaba contaminada por el modernismo-burgués que se venía
de Occidente como una plaga de langostas hacia las verdes cosechas. El Barón
vio esa riqueza como la cosa más valiosa que todo el oro del mundo, vio el gran
valor que tenía eso y decidió protegerla con su vida. El Barón vio el valor de
la Tradición, supo que es el motor, el espíritu que mantiene vivos y unidos a
los pueblos he inició una lucha para restaurar la Tradición hacia donde fuera
que el fuera.
Vemos en la Tradición nuestra piedra angular, el eje
de nuestro ser, jamás podremos actuar bien hacia el exterior si nuestro
interior está roto.)
2 Conviértete en Dios
Convertirnos en nuestros dioses es nuestro deber.
Vemos en los antiguos dioses y en los antiguos héroes un ejemplo para
convertirnos en uno. El camino del superhombre, aquel que se vuelve no parte de
un todo sino el todo en si mismo. Ese es parte de nuestro camino. Que el
antiguo muera y el nuevo nazca.
(Rechazamos la aceptación de uno mismo. Vemos el odio hacia
nosotros mismos como un impulso para superarnos y convertirnos en algo mejor.
Vemos el sacrificio de uno mismo como un medio para transformarnos en algo
superior, dejar el antiguo yo para volvernos algo nuevo.
Los antiguos héroes nos enseñan el camino para convertirnos
en uno, una guía de los valores que debemos seguir. Los dioses con sus enseñanzas
nos muestran como trascender nuestras limitaciones. No queremos complacer a un
dios, queremos volvernos uno. Los Aghori honran a Shiva convirtiéndose en
Shiva, los odinistas buscan honrar a Odín convirtiéndose en un Odín para ellos
mismos.
Ungern-Khan en su travesía dejó de ser un hombre, pues
un hombre no podría lograr lo que El Barón necesitaba hacer, tuvo que
trascender sus limitaciones, tuvo que trascenderse a si mismo, se convirtió en la
encarnación del Dios de la Guerra.
Trascender al hombre es trascender la realidad del
hombre, la realidad del hombre es la dualidad. Trascender la dualidad es saber
que los opuestos no son opuestos enemigos sino parte de un todo. Trascender la
dualidad es saber que Dios y el Diablo son uno mismo. El perfeccionamiento de
uno mismo, la trascendencia de uno mismo a través del entendimiento de la Ley Natural,
la transmutación de uno mismo en la forma que necesitas para marchar en aquel
camino en que un hombre no puede hacerlo, ese es el camino para volverte en tu
propio Dios de la Guerra.)
3 La Forja crea Fuerza
Vemos la disciplina como la virtud forjadora. Es a
través de la disciplina en que uno se perfecciona y se vuelve más fuerte y
resistente. Al igual que el acero, tiene que ser golpeado, probado en el fuego
y en el hielo para que sea un metal fuerte y mucho mejor de lo que era antes.
(Sin disciplina no hay orden, sin disciplina no hay
voluntad ni compromiso. La disciplina es el medio por el cual se refina y
perfecciona uno mismo y sus obras.
La disciplina fue la herramienta de Ungern que cimento
su fuerza y lo volvió leyenda. La disciplina de sus tropas que infundió con
fuego y hielo los convirtió en rivales feroces, la disciplina de Ungern para
consigo mismo lo convirtió en alguien que no puede ser derrotado. La verdadera
derrota no es la muerte a manos del enemigo, la verdadera derrota es la muerte
de tu espíritu a manos del enemigo. Si derrotan lo que eres, lo que crees y la
causa por la que luchas, estás muerto. Pero si no logran derrotar lo que crees,
lo que eres y la causa por la que luchas, aunque mueras, abras alcanzado la
inmortalidad. Te habrás convertido en acero que no puede ser quebrado.)
4 La Guerra es nuestra Religión
Vemos la guerra como la manifestación metafísica de la
Violencia. Vemos la violencia como la disciplina principal y más importante que
un hombre debe tener antes que cualquier otra cosa. Un hombre debe saber usar
la espada antes que la pluma.
(La Violencia es la forma por la cual uno como
comunidad o individuo sobrevive y se impone en la vida. El ser bueno en
violencia significa en tener más posibilidades de sobrevivir. La violencia es
el motor de la masculinidad, la guerra es la religión de los hombres, es el
credo de los pueblos que quieren sobrevivir. La guerra es el filtro por el cual
los mejores prevalecen y los débiles perecen.
La paz se mantiene porque hay violencia que la defiende.
Para poder crear grandes obras debes primero saber defenderlas. El hombre debe
ser antes guerrero que otra cosa, puede ser todo lo que quiera o nada, pero lo
único que debe ser si o si es ser violento. La violencia es la espada que
defiende a tu familia, a tu amada, a tu tribu, a tu credo, puede haber toda la
ley del mundo, pero no significa que todos la sigan. La única manera de poner
frente a esos que no siguen los lineamientos de la sociedad y pueden perjudicarte
es la violencia.
La Violencia es el lenguaje universal, al igual que
los rugidos del león o los gruñidos del lobo, aunque no hables su lengua sabes
en lo más hondo de ti que significan. Un hombre respeta a otro más por su
capacidad combativa que por su extensa riqueza o inteligencia. Vemos la
disciplina marcial como la principal enseñanza que todo hombre debe tener. El
hombre debe saber pelar antes que hablar, pues un hombre que no sabe combatir
es como un lobo sin colmillos. La espada defiende a la tribu, no la pluma.)
5 Frente al Imperio
Vemos al mundo moderno como el principal enemigo de la
Tradición y la Virilidad. Vemos al Imperio de la Nada como el mayor enemigo de
los pueblos libres y nuestra supervivencia como la mayor ofensa hacia el
control del Imperio.
(Vemos al mundo moderno-burgués como el enemigo que
nos quiere extintos. El mundo moderno es la aberración que contamina, prostituye
y destruye la Tradición como un orden antinatural de las cosas.
Vemos nuestra supervivencia como una lucha frente a la
expansión del Imperio, y la Tradición como nuestro escudo y estandarte frente a
los símbolos del Sistema.)
6 Culto al Hierro desprecio al Oro
Vemos la burguesía como la ofensa más grande a la ley
natural y espíritu de los hombres. Buscamos la aventura y la lucha, depreciamos
los lujos y la inactividad. Vemos el sudor y la sangre como la más alta
riqueza, vemos la comodidad y la abundancia como los más altos corruptores.
(La burguesía es el camino por donde los hombres se vuelven
débiles, las mujeres en productos de placer y la vida en simple objeto de
consumo.
Despreciamos la vida burguesa corruptora de los valores
heroicos, despreciamos los lujos y comodidades del dinero que vuelven vacíos y
débiles a los hombres, que convierten a los lobos en perros domesticados.
Despreciamos la seguridad y buscamos la aventura. Despreciamos la paz y
buscamos la guerra. Despreciamos la abundancia y buscamos la escasez, pues la
abundancia te vuelve débil y la escasez te vuelve fuerte. Despreciamos el oro y
honramos el hierro.)
7 Mi Nación es mi Tribu
Vemos el tribalismo como la ley natural intrínseca en
los hombres y los pueblos. Vemos la Tribu como la forma exterior y la
manifestación de la Identidad y la diferenciación de unos y otros. La Tribu es
la forma que se antepone al Imperio. La Verdadera Nación frente al Mundo Globalizado.
(La tribu es la verdadera nación. Rechazamos la idea de
Nación iluminista que sirve a intereses globales, que sirve al Mundo Global y
cuando eres parte de Todo no eres parte de Nada. Defendemos la idea de tribu,
de personas afines entre sí, de comunidades fuertes y sólidas con Identidad que
hacen frente a la quimera del Imperio sin rostro.
La Tribu es el templo de la
Tradición, la manada donde los lobos se protegen unos a otros y luchan juntos
para sobrevivir. La tribu te define en un Nosotros frente a un Ellos, te da
identidad individual y colectiva. Vemos en el tribalismo un camino real en el
mundo moderno frente a las ideologías y políticas que rigen el mundo burgués.)
8 Mis Valores son mis Medallas
Vemos en la Fuerza, el Coraje, la Maestría y el Honor,
como los más altos valores, las medallas más honoríficas que uno pueda
conseguir. Uno debe buscarlas con frenesí y protegerlas con fanatismo, pues
estos valores son lo que el enemigo busca destruir.
(Vemos la fuerza como la herramienta que da impulso a
la voluntad, si un cuerpo es débil, la voluntad igual.
La fuerza es la manifestación física de la voluntad y
el espíritu, el culto al cuerpo es el culto a la vida.
Vemos el coraje como la fuerza del espíritu que se
antepone ante cualquier peligro y obstáculo. El coraje es la esencia del
guerrero que lo convierte en alguien imposible de vencer.
Vemos la maestría como la disciplina y el dominio de
las cosas. La maestría es disciplina y la disciplina es el perfeccionamiento y
mejora de los valores, virtudes y habilidades que pueda desarrollar cualquier
hombre.
Vemos el honor como el más alto tesoro de un hombre, el
honor determina quien es él, el honor determina la identidad de un hombre. El
honor está unido a la lealtad y la lealtad es el tesoro más grande en un mundo donde
ya es un valor olvidado y extinto.)
9 El Retorno del Rey
Luchamos por el Rey, luchamos por el Khan, por su
retorno y su regreso al trono. Aceleramos el fin de los tiempos para que el
Gran Khan vuelva a retomar este mundo.
(Nuestra visión no es política sino mitológica.
Vemos que existen poderes pertenecientes a un orden de
cosas que se manifiestan a través de la Naturaleza. La centralización de estos
Poderes pertenece al Rey del Mundo, cuyo centro espiritual está en Agharta. Sus
poderes toman forma en sujetos que están más allá de su persona.
Agharta es el núcleo donde el Rey del Mundo mantiene
el Orden, y cuando los hombres comienzan a incumplirlo se retira a una
ciudadela, volviendo aparecer al final del ciclo.
El Rey del Mundo aparecerá ante los
hombres cuando haya llegado el momento de guiar a todos los buenos en la guerra
contra los malos. Pero este tiempo aún no ha venido.
Genghis Khan llevaba un anillo el cual era el símbolo
del Rey del Mundo, el cual lo convertía en la encarnación de los poderes de
éste. El rey aparece cuando esta por terminar un ciclo. Ungern-Khan le fue
conferido ese anillo, convirtiéndolo en descendiente espiritual del Gran Khan y
encarnación de la voluntad del Rey del Mundo.
El Rey es la encarnación del que traerá el fin del
mundo, es la fuerza que aparecerá al final del Kaliyuga dándole fin y
reiniciando el ciclo una vez más.
En los últimos días del Barón Ungern, el Buda viviente
bendijo a Ungern, poniendo sus manos sobre su cabeza y le dijo:
No morirás. Reencarnaras en una forma de
ser más perfecta. Recuerda esto, dios viviente de la guerra, Khan con quien
Mongolia está en deuda.
Nuestro rey por el cual luchamos y queremos ver en el
trono del mundo no es un monarca como la basura de Inglaterra o las monarquía
basuras del Imperio de la Nada, nuestro rey es el Rey del Mundo, esa fuerza que
nos impulsa a luchar contra el enemigo, nuestro rey es el espíritu del Gran
Khan, la encarnación del Barbarismo en contra del mundo Civilizado, nuestro rey
es Ungern-Khan heredero de Genghis Khan, el Dios de la Guerra que trae el Caos
para destruir el orden establecido.
Todos los pueblos tienen historias así, como el Wotan
de Junger que despertó en los corazones del pueblo alemán para llevarlo a la victoria
o de Ogier el danés, el guerrero durmiente, que despertara cuando su pueblo lo
necesite.
Ungern-Khan a rencarnado en esa fuerza tribal del
caos, en ese Dios de la Guerra que vive dentro de nosotros, late en nuestros corazones
y nos manda a despertar y luchar. Nos prueba con fuego y hielo para
fortalecernos, nos atormenta y destruye para borrar nuestras debilidades y
fortalecernos, nos insta a ser sanguinarios emisarios de la muerte, nos insta a
enfurecernos y arrasar con los reinos del mundo moderno, pues en nuestra sangre
arde el espíritu de una horda bárbara que luchará antes que someterse.
Ungern-Khan renació en ese espíritu salvaje que late
en nosotros, por lo tanto, las fuerzas del Rey del Mundo fluyen en nuestro ser,
nos llama. Luchar por el rey es luchar por nosotros mismos, traer el caos es
restituir nuestro dominio y supervivencia en el mundo. Luchar por que el rey
recobre su trono es luchar por darle fin al mundo e iniciar uno nuevo.
Restituir al rey en su trono, es restituir nuestra soberanía por nuestros
destinos y libertad.
El Barón nos insta a seguir su camino, el Khan nos insta
a convertirnos en Dioses de la Guerra.
Y Ungern dijo:
¡Todo está listo! ¡Me están esperando en
Lhasa! Revelaré el secreto de las runas que vinieron del norte y escondidas en
los escondites secretos de los templos. Mi Orden de monjes guerreros se
transformará en un ejército como nunca antes se había visto. Asia, Europa y
América temblarán.)
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