Gradalis Sanctus: El Ojo del Rey por Velkan Corvinus
Por Velkan Corvinus
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Desesperanza, desilusión,
nihilismo acompañado de materialismo; Paul Waggener hizo una buena observación
del “algoritmo” del Kali Yuga de nuestros días. Un algoritmo que te programa,
para estar detrás del “Gran Premio” que te tiene el sistema, diciéndote que
eres especial, único, capas de lograr todo lo que quieras, y ser quien tu
quieras; pero cuando estás en ese camino, te bombardean con las “letras chiquitas”
de ese contrato, en donde te derrumban tus deseos e ilusiones que tenías; de bajar
tus estándares, del impedimento de tu condición social, que tus oportunidades
siempre estarás escazas (a menos que seas de la “privilegiada” casta burguesa),
trayéndote en una espiral de nihilismo, para que otra vez, repitas el ciclo con
otra ilusión modernista, que se te será destruida más adelante.
El Imperio del Adharma,
te mantendrá embobado y drogado, persiguiendo metas impuestas por él, para que
al final no las cumplas, o no sean como las imaginaste; como un hámster,
corriendo en su rueda, sin jamás llegar a ningún lugar.
Con esto, los hombres
quedarán desilusionados, con esperanzas perdidas, y con la carencia de perder
lo más importante de nosotros: la Fé.
Con los bombardeos de
que, puedes conseguir lo que quieras (materialmente), y con el muro, de que lo
lograrás sólo si eres burgués; con la destrucción del ideal espiritual, de
saber que hay algo más grande que tú, a través de la “ciencia”, como dogma
verdadero, y el ateísmo “intelectual”, que destruye toda capacidad de ver más
allá de tus propios ojos, cerrándote tu tercer ojo; el fuego espiritual de los
hombres, será destruido, como el fuego de Vesta fue aniquilado en Roma, con la
llegada de la oscuridad cristiana.
La Fé, es el mejor combustible,
el arma principal de los hombres, y más en esta Era. Es aquel impulso, que te mantiene
en movimiento, a pesar de que ves a tu alrededor, como caen todos.
Cuando los hombres,
agarran la fé, la abrazan fuertemente, y tienen una conciencia ciega a favor de
esta, automáticamente, todas las ilusiones, impuestas por el Imperio de la
Nada, caen, destruyen y se desmoronan, como castillos de arena, azotados por
las olas.
Debemos aprender a dejar
de ver con los ojos de la materia. El aghori, Vimalananda, dijo una vez,
explicando el sistema de la trinidad, que los dos ojos que tenemos, solo pueden
ver el mundo dual, el mundo de la materia, y es el tercer ojo (que está en la
frente), con el que puedes ver la realidad. El ojo de Shiva (o el ojo sacrificado
de Odín), ve la verdad del mundo, de la existencia, y está por encima de los
dos ojos simples, pues destruye la dualidad (la ilusión) y lo vuelve todo en
UNO; y al tener el ojo de Shiva, abierto completamente, los ojos inferiores,
podrán ver, con mejor claridad, más allá del velo de la ilusión, y este ojo
solo puede ser abierto, a través de la Fé.
El mundo está
contaminado, los ideales de este mundo están contaminados, corruptos, si te
fundes a ellos, y los dejas entrar a tu corazón, te envenenarán. El camino del
hombre, debe tener los principios del camino del aghori; los cuales, caminan en
este mundo corrupto, sin ser lastimados por él.
La Fé, es el fuego, que
elimina la oscuridad de la ignorancia, y es la respuesta, hacia aquella
pregunta, de ¿será posible un futuro mejor?
El Kali Yuga es un ciclo,
tuvo un principio, y tendrá un fin inevitablemente, pero, durante este ciclo,
debemos permanecer fuertes, para la llegada de ese nuevo amanecer. Pero, no
debemos quedarnos simplemente quietos a la espera, debemos actuar, puesto que,
el Kali Yuga tendrá un final, pero está en nuestras manos, propiciar ese final
también. Esto es una guerra, y las guerras no se ganan simplemente de brazos
cruzados, se ganan a través de voluntades fuertes, y una voluntad fuerte, solo
se logra a través de una Fé fuerte.
El Santo Grial (Gradalis
Sanctus), al igual que en muchos mitos, es la copa, el útero de la madre, que
da a luz a una nueva vida. Es el útero de Sophia, de Maha Kali, de la Madre de
la Tempestad, que traerá la destrucción de este mundo corrupto, para dar a luz
a uno nuevo; y ese útero, será fecundado con nuestra sangre, con nuestro
sacrificio hacia con esa santa campaña.
La venida del Rey, el
regreso del Rey Arturo de Ávalon; de Kalki, de su reino subterráneo, es el
nacimiento del nuevo amanecer. La fecundación sagrada, que traerá a la luz, la
siguiente edad de oro de nuestros tiempos.
Solo la sangre de
corazones fuertes, de voluntades firmes, de Fé increblantable, traerá, y
materializará, esa esperanza tan anhelada que buscamos con gran pasión.
Los grandes hombres del
pasado, que dieron su vida y su sangre, por un mundo mejor, no debemos deshonrarlos,
cayendo en las trampas y mentiras del Adharma.
Las respuestas que
buscas, no están afuera; afuera solamente hay mentiras, corrupción, veneno; las
respuestas que buscas, están dentro de ti, solo hay que aprender a escucharlas,
y a verlas, con el Ojo de Alto Padre, que solo se obtiene, a través de la Fé.
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