Resistencia contra el Imperio: la Reconquista del Mañana por Velkan Corvinus

 

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Por Velkan Corvinus

La atención de los hombres se está desviando, y no es que la desviación de su atención sea el problema, sino, que cuando pongan su atención en donde deba de ser, puede que ya sea demasiado tarde.

 

Se vienen muchos retos para los hombres, y la generación en general, ya sea la nuestra, y la de los niños nacidos y que están por nacer, un reto que es la sobrevivencia en un mundo que habitas, pero que ya no te pertenece.

 

En estos tiempos hay un sin fin de placebos para mitigar el sufrimiento, la carencia de “eso”, que a muchos hombres les está pasando. ¿Tienes melancolía?, aquí están los videojuegos, ¿tienes tristeza?, aquí está Netflix, ¿quieres afecto?, aquí esta Onlyfans, para que una chica guapa te diga lo mucho que le importas, ¿quieres satisfacción sexual?, tenemos escorts; toda una industria para adormecer tu sufrimiento, como el de un carro que está fallando y solamente le ponen parches para que siga funcionando sin siquiera atender o arreglar el problema real.

 

Y no es que lo anterior sea algo “malo” en sí, el problema es que lo anterior mencionado, y muchas cosas más, están cegando, desviando la atención de una generación masculina a una problemática aún mayor: TU FUTURO.

 

En nuestra generación, y los cercanos a ella (más grandes que nosotros o más chicos) veo muy generalizado dos problemas: las relaciones interpersonales y la solvencia económica. ¿Porqué veo estos dos problemas como principales?, no porque crea que sea el centro del problema real, pero es lo que todos los hombres (en especial los jóvenes) ponen su atención muy fuertemente.

 

El estilo de vida que nos tocó vivir, hace que queramos escapar de nuestra realidad; peligros de quedar en la calle por deudas, incapacidad de poder vivir independientemente por los altos costos de las viviendas y la escasez de salarios “buenos”, en trabajos que te hacen trabajar y esforzarte el doble de lo que es, por una paga miserable, y está el favorito de todos, el deseo de sentirse amado.

 

El amor (hacia las mujeres en este caso) a sido un combustible para muchos de los actos que el hombre a realizado a lo largo de la historia, desde su inmortalización en epopeyas heroicas de salvar a la princesa, historias románticas de lucha y sacrificio por un amor, hasta el sacrificio de uno mismo en favor de ellas. En un contexto más rápido y simple, el hombre siempre a tenido el deber o el deseo de protección de la mujer, por que ella (sus óvulos y vientre) es valiosa, ya que es el futuro de la tribu.

 

La mujer es un tesoro de muy alto valor, no por nada en las conquistas, cuando se tomaba el oro y las joyas, también en igualdad de valor, se encontraban las mujeres jóvenes, hermosas y fértiles (incluso en un valor e importancia mucho más grande que el oro o las joyas). Además, y porqué no decirlo, el hombre siente un consuelo, un apoyo, una calidez, y un descanso, en el cariño recíproco de una mujer hacia con él. En estos tiempos de incertidumbre, pobreza, desesperanza, y pérdida del camino; el hombre perdido en búsqueda de un respiro, una desconexión de ese limbo de depresión, busca el amor desesperadamente como una forma de lidiar con el sufrimiento del mundo moderno, la pregunta es, en estos tiempos ¿será correcto esa búsqueda por ese amor?

 

No hace mucho mencioné que las mujeres ya no existen, de la misma manera que en el escrito del maestro Juan Pablo Vitali titulado “Ya no hay Hombres” menciona, pero dirigido hacia la mujer. En un contexto más entendible, menciono que la mujer ya no existe porque se a convertido (al igual que los hombres), en una sombra de su anterior belleza, hermosura y valor, la cual tenía y protegíamos sin duda alguna, ya que, la mujer, al adaptarse para sobrevivir en un mundo de espíritu adhármico, como lo es el mundo moderno de ahora, su esencia y su espíritu se a corrompido, extinguiendo a la gloriosa mujer que antaño fue.

 

No estoy diciendo que la mujer sea adhármica, como colocándola en un estatus de “enemigo”, no, solamente señalo que la mujer actual, está contaminada por la decadencia moral y espiritual del mundo que la rodea, y del sistema que la sedujo para convertirle en su mayor arma.

 

La mujer se a convertido, si lo ven con ojos críticos y con conciencia, en un ser privilegiado en este sistema del Imperio de la Nada (hasta ciertos límites). Se ha vuelto en un ser sumamente materialista, que cree merecerlo todo, simplemente por ser hermosa, guapa, y por ser el tesoro deseado por todos, y lo piensa así, lo ve así, por que el hombre le ha ayudado a construir ese trono en el cual ellas se sientan.

 

Onlyfans, Instagram, Tinder, revistas (Playboy, H para hombres, etc.), programas de citas, nada de eso se pudiera haber logrado, o alcanzado ese éxito que actualmente tiene, sin un ejército de hombres perdidos, sin esperanza, en búsqueda de consuelo (ya sea afectivo o sexual), que les ayudara a crear tales imperios[1]. El problema es que desvían la atención de un problema aún más grave para el hombre actual, que es, SU FUTURO.

 

Cada día es más difícil sobrellevar un estilo de vida óptimo, lo podemos ver todos los días en todos lados. Decrecimiento en los sueldos, mientras otros se hacen ricos y millonarios con las carencias, deseos, problemas y miserias de los demás; imposibilidad de crear nuevos proyectos, sin que los impuestos corruptos de los gobiernos, o las mafias de poder, impidan su desarrollo; los bancos y compañías, destruyendo la libertad, tanto de pensamiento, de espíritu, y de voluntad de los hombres que quieren construir un nuevo futuro, tanto para ellos como para los suyos. Esto nos deja un panorama futuro muy desalentador, una respuesta que no nos gusta ver, pero que ya es una realidad: EL FUTURO A SIDO SECUESTRADO.

 

El futuro a sido tomado, y no tendrás con que pagarlo, así que te lo estarán “RENTANDO”, ¿eso que significa?, que serás esclavo del sistema, para poder pagar un futuro que te fue arrebatado, en ese momento en que estabas tan distraído en mujeres, gustos hedonistas y caminos sin valor. ¿Te preocupa que no tengas novia?, ¿te preocupa que no tendrás la mansión o el carro de tus sueños?, ¿te preocupa que no tendrás un estilo de vida como el de Dan Bilzerian o el atractivo del italiano de 365 días, o el “éxito” de Christian Grey?

 

El amor ya no importa, los sueños burgueses ya no importan, la chica guapa que te quieres ligar, el estilo de vida que te gustaría vivir, ya no importan, si tu futuro, TU VIDA, ya no será tuya. Lo que el hombre actual, los hombres que hagan caso a este llamado, deben enfocarse, es en reconquistar sus propias vidas, arrebatar el futuro de aquellos que te lo han robado. La lucha, la resistencia, es la única prioridad que el hombre debe tener en sus mentes, simplemente porque no hay otra opción, O LUCHAS Y RESISTES, O MUERES.

 

Combatir, como Leónidas, y caer en batalla a favor del Dharma es honorable; no resistirte a tu inminente final, y permitirte liberarte, habiendo cumplido tu deber, es honorable; sacrificarte en nombre de aquellos tuyos que necesitan tu ayuda, es honorable; pero la no acción, es un suicidio silencioso, y es algo que cualquier hombre jamás debe permitirse. Luchar es nuestra naturaleza, resistir está en nuestro espíritu, proteger el dharma es nuestro deber por decreto divino.

 

Al final no importa si triunfamos o no, lo único que importa es cumplir con nuestro deber hasta el final, y quien sabe, al final, nuestras vidas y epopeyas serán una inspiración para aquellos futuros niños, que sabrán, que hubo un puñado de hombres en el mundo, que prefirieron resistir, combatir y caer, antes que ser un esclavo de esos asuras que les robaron el Mañana.

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[1] Lo contraproducente de este problema, (de lo que ahora denominan la Plaga de Simps), es que, aunque las mujeres les gusta la atención, y les agrada tener legiones de “Simps”, es que, a su vez, odian esto; porque las mujeres buscan hombres hercúleos, heroicos, de fuerza Vajrica en sus corazones, los cuales, la mujer actual, y el mundo que ellas aman, defienden, y viven de él, destruye cada día a hombres con potencial de ser ese Alfa Tribal que ellas buscan, o mejor, los pocos que quedan, no les interesa nada serio con ella, o simplemente ya no les interesa relacionarse con ellas en lo absoluto.