Ungern-Khan: Protector del Dharma y Encarnación de Mahakala por Velkan Corvinus (Frente Ungerista Identitario)
Por Velkan Corvinus
Copyright ©
Frente Ungerista Identitario
En
occidente se tiene una idea inocente y errada de como es que funcionan las
religiones o espiritualidades del Oriente. Se tiene la idea, por el Dalai Lama
o Mahatma Gandhi, que el budismo, hinduismo, y tradiciones similares son
absolutamente no violentas, haciendo una analogía con el cristianismo, estilo
franciscano de no a la violencia. Pero lo que no saben, o no están bien
familiarizados, es que el hinduismo y budismo no están unificados, sino que hay
muchas tradiciones o escuelas teológicas, que aunque tienen una raíz común,
difieren en varias o ciertos postulados unos de otros.
Se
sabe que el Barón Ungern fue iniciado desde pequeño en el budismo, ya que su
padre había quedado fascinado con las religiones de Oriente y se había convertido
al budismo. El Barón, al igual que su padre, quedó fascinado con la
espiritualidad oriental convirtiéndose al budismo, quedó fascinado con la Tradición
del Este, que, a diferencia de Occidente, se mantenía viva, palpitante y llena
de vitalidad, algo que empezaba a desaparecer (o ya no tenían) en Europa y el Mundo
Moderno.
En
Mongolia el budismo, además del tengriismo, fue la religión oficializada por
Genghis Khan y sus descendientes. El budismo, como se sabrá, tiene su origen en
el hinduismo y de éste extrajo muchas enseñanzas, tradiciones, preceptos y
demás cosas que hacen que el budismo sea en base un hinduismo, pero con otro
rostro.
En
el hinduismo se tiene un texto sagrado llamado el Bhagavad Gita, el cual habla
de una batalla y de las cuestiones morales o filosóficas que se están viviendo
en ese punto. El personaje del que gira la mayor parte de la enseñanza es al
guerrero Arjuna, el cual entra en conflicto interno ya que su enemigo al que
tiene que matar está compuesto por varias personas que el amo o estima mucho.
Para ayudarlo a decidir aparece Krishna, el cual le hace ver que ellos ya están
muertos, pues están encadenados al tiempo y a la impermanencia, no importa si
Arjuna los mata o no, ellos de todos modos morirán, pues solo están
transitoriamente en el mundo material. Lo que siempre será libre y no podrá
morir será el espíritu o el SER, ya que no está sujeto al mundo material a
diferencia del cuerpo transitorio que todos tenemos.
¡No te rindas a la flaqueza! Tu corazón ha sido siempre un perfecto extraño del temor. Esta es una batalla divina, por tanto no temas dar muerte a otros, ni ser matado. La realidad que abarca el universo es la Vida inmortal. El cuerpo es perecedero. El alma, lo real en el hombre, o el hombre real, es imperecedera, inmortal. El alma no mata ni es matada. Más allá del nacimiento y la muerte, constante y eterna, está el alma. El conocedor de esta verdad ni extermina ni es exterminado.
-Krishna
Con esto podemos entender que Krishna le dice a Arjuna que realmente no los va a matar, ya que sea por su mano o no ellos están muertos, y lo único que él acabaría sería con su presencia mortal en el mundo material, pues sus espíritus son inmortales y no están atados a las leyes materiales del mundo mortal.
Krishna
le menciona a Arjuna que tiene dos opciones: puede luchar y vencer, conquistará
las tierras y obtendrá la victoria; o puede perder y morir logrando trascender
a lo inmortal, pero pase lo que pase, nunca se debe dudar en luchar.
Igual que una persona se quita sus ropas usadas y se pone unas nuevas, también el alma encarnada abandona el cuerpo gastado y entra en una forma nueva para la manifestación. Las armas no pueden atravesar el alma. El fuego no puede quemar el alma. El agua no puede mojar el alma. El viento no puede secar el alma. Sabiendo esto, Arjuna, sé en un mero instrumento.
-Krishna
Según Krishna, la indecisión sucede cuando en el corazón al que le ocurre la indecisión hay deseos egoístas, que surgen dentro de nosotros. Al prestar servicio al mundo por una causa mayor se está sirviendo al Dharma, y por lo tanto, uno tiene el deber de protegerlo sea cual sea el costo.
La acción es tu derecho de nacimiento, no el resultado, no los frutos de la misma. No dejes que los frutos de la acción sean tu objetivo, y no te apegues a la inacción. Sé activo y dinámico, no busques recompensa alguna.
-Krishna
Ungern-Khan no era cruel o sanguinario por el simple placer de serlo, ni por deseos mundanos o primarios o porque ese fuera su objetivo. Fue despiadado por que era lo que necesitaba hacer, la herramienta que necesitaba utilizar para enfrentarse a la abominación moderna del Imperio de la Nada que se acercaba amenazante desde Occidente, y el Bolchevismo, que estaba amenazando (al igual que el Mundo Moderno) con destruir las raíces de la Tradición, con oscurecer la luz del espíritu.
Ungern-Khan
se volvió un Dios al ser uno con lo divino y proteger el Dharma, ya que reconoció
que era su deber, se convirtió en una encarnación de Krishna, de Mahakala.
Siempre que la rectitud declina y la perversidad prevalece, Me encarno y Me manifiesto. Para la protección del bien y la destrucción de lo perverso, para establecer el Dharma, el código interno de la vida, aparezco de época en época.
-Krishna
Si un hacha viene con la intención de cortar el Gran Árbol que conecta al mundo terrenal y al mundo espiritual (la Tradición), ¿Acaso no lo defenderías volviéndote el héroe o el monstruo más grande jamás conocido con la intención de protegerlo? Te volverías el más cruel o el más bondadoso si eso se requiere para proteger el Dharma y que la rueda siga su curso. Según el momento o la situación harás lo que sea necesario, encarnarás en lo que necesites encarnarte si eso mantiene el equilibrio y mantiene segura la Ley Natural de la vida.
Ser
espiritual es lograr cometer las cosas más crueles y violentas o más nobles y
bondadosas, siempre y cuando sea por una causa mayor que trascienda todas las
cosas mundanas y egoístas y sirva para el bien de todos los seres vivos, y aun
así poder mantenerse recto y sin contaminar, decente y puro.
Ungern-Khan,
al igual que con Shiva, supo integrar en su ser los polos opuestos y
trascenderlos, ver más allá de ellos y servir a algo más trascendente que a simples
deseos mundanos y egoístas que los líderes modernos siempre quieren alcanzar.
La
Santidad, la Espiritualidad, es la flor más bella en el campo verde del Edén
más hermoso que puedas imaginar, pero también es la espada más fría cubierta de
sangre en el campo de batalla más violento que tus pesadillas puedan contemplar.
El
campo verde y la flor hermosa mantienen su belleza porque hay manos que empuñan
esa espada cumpliendo con su Dharma, protegiendo el Dharma. Ser verdaderamente
espiritual es como buscar ser pacífico, para lograr ser pacífico es porque has
logrado ser capaz de manifestar una gran violencia contra aquellos que quieran
meterse contigo.
Que la Sombra del Khan marche junto a nosotros.
Que la Sombra del Khan marche junto a nosotros.
Comentarios
Publicar un comentario