El Superhombre: El Nietzsche que esconde el Joker por Adrian Moros
Por Adrian Moros (@adrixtercio)
https://afcarmedia.com/2019/10/15/el-nietzsche-que-esconde-el-joker/
Si hay un villano que ha conquistado los corazones de todos nosotros haciéndonos pensar e incluso empatizar con él, ese es el Joker. Primero con la brillante interpretación de Heath Ledger y recientemente con la de Joaquín Phoenix. El Joker es un personaje profundo, capaz de comerse en carisma a cualquier superhéroe que se le ponga por delante y fuera de los estereotipos del típico villano de cómic. Teniendo la capacidad incluso de mostrarnos a los buenos como no tan buenos y a los malos como no tan malos y de hacer tambalear todo nuestro sistema de valores de un plumazo.
Si en filosofía hay un pensador que puede competir contra el Joker en carisma, en profundidad de pensamiento y en cariño del público, ese es sin duda Nietzsche. Un filósofo provocador y decidido a romper las cadenas que atan al ser humano a la mediocridad.
De hecho, la última película del famoso villano nos va mostrando como paulatinamente Arthur Fleck se va convirtiendo en el Joker. Una evolución que podría verse como las etapas que el ser humano va enfrentando hasta que llega a ser el «Superhombre» nietzscheano, siendo Arthur Fleck el que inicia la travesía y, el Joker de Ledger, más maduro y con un componente político más marcado, el que la culmina.
El Superhombre de Nietzsche
Nietzsche gusta tanto porque es un filósofo que se enfrenta a toda la tradición filosófica de su época. Es un auténtico transgresor, como el Joker.
El filósofo hereda toda una tradición moral que desde la escolástica se había ido construyendo y que había conseguido cristalizar bastante bien en la teoría moral de Kant. Nietzsche toma toda esta tradición filosófica y la deshecha por completo. Niega que exista una moral porque el único ser que podría dar un valor real a la moral es Dios y este, no existe. La moral para Nietzsche es un invento de la iglesia y los poderes hegemónicos para mantener al ser humano controlado y subordinado a su autoridad. La función del Superhombre es la de liberarse de todo este código moral y, en general, la de cualquier código normativo que restrinja su libertad y creatividad para poder hacerse a sí mismo tal y como es.
Arthur Fleck, al principio de la película, es una persona frustrada y profundamente depresiva. Su sueño de ser cómico y trabajar codo con codo junto a Murray Franklin, su cómico referente y presentador de un conocido Late night show, se disipa lentamente al verse anclado trabajando de payaso en una empresa de mala muerte. El personaje intenta adaptarse a lo que normativamente se considera humorístico e intenta autocensurar lo que no lo es y, para ello, va a actuaciones en directo de cómicos tomando nota.
En esta fase Nietzsche diría que Arthur Fleck está subordinado a la sociedad, sometido a ella. Alienado intenta adaptarse al humor mainstream y a los códigos morales que lo condicionan. Para Nietzsche cualquiera que quiera llegar al Superhombre debe pasar por dos fases: la del camello y la del león.
Fase del camello
Para llegar al Superhombre, primero se debe soportar la carga del miedo, la angustia o la muerte. Esta primera fase se caracteriza con un camello vagando por el desierto cumpliendo de forma obediente lo que la sociedad espera de él.
Arthur intenta adaptarse al humor “oficial” como ya hemos dicho más arriba, acepta medicarse para intentar controlar sus problemas psicológicos y pone buena cara incluso a los que son hostiles con él. Toda esta hostilidad que recibe junto a ciertos reveses que se lleva, va generando en el personaje una serie de cargas emocionales llevan a Arthur hacia un sentimiento de frustración y depresión que le van alejando del compromiso social de hacer reír a los demás.
Para Nietzsche esta fase es necesaria porque es con la que el individuo se va dotando de la fuerza y la resilencia necesaria para pasar a la siguiente fase.
Fase del león
La fase del león es la fase en la que el camello definitivamente dice «NO» a la sociedad y a sus códigos normativos y usa la fuerza adquirida en la anterior fase para convertirse en león y ser más eficaz así en la lucha por su independencia personal.
Este es el momento en el que Arthur da un paso más en el camino que le va llevando hacia el Joker y decide ir con su característico maquillaje al programa de Murray al que había sido invitado. Ir maquillado implica que Arthur esta reivindicando una identidad propia que está ya mucho más vinculada con el Joker, al ser una figura que le permite ser como él es, y deja atrás la identidad de Arthur Fleck, que tiene más de camello obediente que de león fiero.
El Joker es un personaje que nos enseña a empoderarnos, al igual que Nietzsche con su frase «Dios ha muerto». Ambos nos invitan a vivir de acuerdo a nuestra propia visión del mundo y de la sociedad. Nos enseñan a ser transgresores, provocadores y decir no al poder. Ese es el objetivo del Superhombre nietzscheano y del Joker, decir no a una sociedad carente de empatía, de respeto hacia los enfermos mentales y llena de violencia y miseria. Y esto, ningún superhéroe seria capaz de enseñarlo. Y esto es por lo que amamos tanto al Joker y a Nietzsche.
Este artículo es genial.
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