Los Medios y el Miedo por Antares
Por Antares
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Para quienes aún dudan del poder e influencia que tienen los
medios de comunicación sobre nuestras mentes solo basta con echar un vistazo a
lo sucedido en los últimos meses. Más de un año ha pasado desde que comenzó la
pandemia, en todo este tiempo se han establecido cuarentenas, restricciones,
cierre de negocios y demás medidas, las cuales han variado de país en país, en
algunos han sido más estrictas mientras que en otros mas laxas, pero la
constante en todo el orbe ha sido el papel que han jugado los medios de comunicación durante la
pandemia.
Antes que nada
debo reconocer que soy un partidario del periodismo cuando este se realiza con
la intención de informar los hechos y no solo aumentar el número de lectores y
de ceros en las cuentas bancarias de sus editores. Considero que existen dos
tipos de periodismo el “disidente” (que
en realidad solo se encarga de mostrar los hechos con objetividad) y un
periodismo “aliado” ¿Pero de quién?.
Recuerdo que
alguna vez leí (aunque debo admitir que no recuerdo la fuente) que en la
sociedad actual existe una jerarquía de poder. Podríamos suponer que en el
escalón más alto se encuentran los presidentes o líderes de los países, pero no
es así. Sobre ellos aún hay varios peldaños, y uno lo ocupa la prensa y los
medios de comunicación[1].
Éstos son quienes moldean la mente de los millones de habitantes de un país,
así también, son los que determinan cuales son “hechos” y “opiniones”, por lo
que tienen la estafeta de enviar al
ostracismo a aquellos que osan cuestionar los dogmas actuales, y poner en un
pedestal aquellos que los defienden. Ahora bien, arriba de los medios de
comunicación se encuentran los grupos de personas (banqueros y empresarios, en
su mayoría) que son los que determinan el rumbo del mundo, por lo tanto, los
medios de comunicación le rinden cuentas a éstos, sus “aliados”.
Lo anterior se ha
podido apreciar en ésta pandemia como se adelanto en párrafos arriba. Los
“noticieros” tuvieron la misión de crear un clima de terror “apocalíptico” dando
a conocer información errónea y exagerada, aprovechando, vale decir, la
incompetencia y cinismo de líderes políticos y “científicos”. Otra función de
los medios de comunicación en éstos meses ha sido el de crear un ambiente
inquisitorial, incitando a la misma población a denunciar a aquel que ose
romper la cuarentena, ya sea que salga a hacer ejercicio, caminar en algún
parque o simplemente abrir su negocio para poder alimentar a su familia, todos
ellos son “rebeldes”, “inconscientes”, mientras que el ciudadano que optó por
encerrarse y vivir con miedo casi se le otorgaba una medalla.
Cerca de once
meses se mantuvo este clima de terror, pero ¡oh sorpresa¡ de pronto el
“semáforo epidemiológico” pasó del rojo al color verde ¿era que por fin el
sistema inmune estaba imponiéndose al virus chino? O ¿es que realmente la
cuarentena, y la bancarrota de miles de negocios intimidaron al virus? No...se
acercaban las elecciones. No se podían suspender, pues eran vitales para
mantener en pie la pútrida democracia que impera en el país. Miles de personas ondeando banderas, bailando
en los cruceros, participando en mítines políticos, sin cubrebocas, sin “sana
distancia” durante meses y los medios de comunicación cual si se tratase de un
acto de magia dejaron de hablar repentinamente del número de contagios, ahora,
después de varios meses la gente volvía a morir por la balas del crimen
organizado, y aunque parece sacado de alguna novela de ficción, muchas personas
respiraron aliviadas pues ya en los noticieros se hablaba nuevamente de las
masacres perpetradas por los cárteles y no a causa del virus… parecía que todo
volvía a la normalidad.
Pero no fue así,
una vez terminada la farsa de las elecciones los medios se dieron a la tarea de
“advertir” sobre el alza de contagios , y no solo eso, sino que manifestaron su
“preocupación” por las nuevas variantes del virus, las cuales son más
“agresivas”. De nueva cuenta parece que las restricciones volverán a aplicarse;
ha vuelto el discurso de “el ciudadano es responsable por la propagación del
virus”; los mismo medios que ahora vuelven a la carga con el alza de contagios
son los mismos que semanas atrás aplaudían las campañas electorales, la
concentración de grandes cantidades de personas por las mismas y las largas filas
de “ovejas” que fueron a votar.
[1] Quizá muchos no estén de acuerdo con ésta
taxonomía, pero creo que también incluiría en ese peldaño, como medio de
comunicación a las redes sociales.
[2] Estoy de acuerdo en que a final de cuentas,
nos guste o no, los medios de comunicación forman parte de nuestra vida diaria.
Es posible ver las noticias, leer los periódicos, pero siempre buscar otras
fuentes, no limitarnos a las “oficiales”. No se trata de cerrar los ojos ante
la realidad, sino de comprenderla, sin miedo, sin prejuicios, y emplear la
lógica y la razón antes que el miedo.
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