Valkyrja: la Mujer como Seleccionadora de Héroes por Velkan Corvinus
Por Velkan Corvinus
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El
globalismo, la modernidad, y como un agente de transmutación específica, la
moda, cultura pop y lo “popular” en general, han creado una gran alteración de
forma artificial, y para nada natural, en la naturaleza de las personas y en
especial de la juventud.
Está
muy en boga el tema del empoderamiento femenino, “Girl Power” y cosas por el
estilo. El discurso estilo María Félix de que la mujer genere y recobre su
fuerza o poder es algo más recurrente hoy en día y más en esta era de
feminismo. En mi opinión, que la mujer recobre su poder me parece perfecto,
pues siglos de cristianismo que dejó a la mujer como una esclava sirvienta para
el “Señor” y los “Hijos de Adán”, la inquisición y demás cadenas, hizo que la
mujer de ser la diosa de la tribu, o el pilar de la vida de la tribu, la volvió
en una criatura imperfecta e inferior. Como lo decía el musulmán Averroes: “La
mujer es el hombre imperfecto”.
El
Abrahamismo ha sido el peor virus que la mujer haya tenido que sufrir, y en un
mundo moderno, liberal, capitalista-burgués, que desciende ideal y
espiritualmente de ese mundo del desierto es de esperar que la mujer tendría
ciertos brotes revolucionarios de rechazo en contra de ese mundo que la ha
sometido por siglos. El problema es que esos brotes no son muy orgánicos, o,
mejor dicho, hasta en su intento genuino de corazón de tratarse de liberar de
esa jaula adánica, siguen siendo sometidas.
Una
de sus formas que tiene el Imperio de la Nada de controlar a sus súbditos es
comercializando y corrompiendo cualquier forma de disidencia que aparezca
dentro de sus fronteras. El deseo de libertad de la mujer es un derecho que le
fue arrebatado por el abrahamismo hace mucho tiempo, por ende, surge un deseo
de lucha y resistencia por parte de la mujer en contra de ese esclavista que la
tiene sometida. ¿Qué hace el Imperio ante esta amenaza?, simple. Al igual que
Melkor en las obras de Tolkien, toma algo creado y lo tuerce y deforma para
servir a sus fines. Melkor tomó a los elfos y los volvió orcos, tomó a los
maiar y los convirtió en balrogs. El Imperio tomó a la mujer, la seleccionadora
de héroes, y la convirtió en la Medusa, el martillo de los hombres.
El
Imperio tuvo la astucia de engañar a la mujer y decir que es el hombre el
enemigo, y su forma de liberarse era luchando contra él. Divide et Impera. Con
una guerra artificial de sexos, mujeres contra hombres, hacen que la mujer no
vea quién es el verdadero enemigo y la ponen a luchar con el único aliado que
podría hacerle frente al Imperio, el hombre.
Pero
la mujer sigue siendo humana, no es solamente un arma controlada por el
Imperio, sino que tiene una faceta más, una muy importante y que fue la que
forjó héroes. La mujer es la Seleccionadora de Héroes.
A
menudo se usa el término Madre Naturaleza para referirse tanto a la naturaleza
y a sus leyes, lo que a veces no se presta atención es la carga de simbolismo,
enseñanza y mensaje que tiene esta concepción.
En
la naturaleza hay una ley, una de las leyes más básicas, la Selección Natural,
que da resultado a la perfección y el mejoramiento del Más Fuerte. La Madre
Naturaleza es una perfecta seleccionadora, separa al débil del fuerte y siempre
recompensará al fuerte, pues, la fuerza es la que garantiza la supervivencia de
un ser.
Lo
podemos ver con los leones, sólo el más fuerte será el que se quede con las
leonas y garantizará que su genética fuerte sea transmitida a sus
descendientes. En los lobos sólo el más fuerte, el Alfa, es el que procrea y es
el líder de la manada. Incluso científicamente está comprobado que las luchas
de los animales por el derecho de las hembras sirven como filtro para separar
al débil del fuerte, ya que el ganador, el fuerte, es el que procrea, y se ha
visto que la calidad genética de la descendencia mejora y cada vez es más
fuerte. Ley de la Naturaleza: el fuerte vive, el débil muere.
¿Qué
tiene que ver esto con las mujeres?, simple, ellas siempre seleccionaran al
fuerte. Las luchas entre los animales sirven para que las hembras vean que son
dignos. Las hembras nunca elegirán a un león débil, eso significa la extinción
de su estirpe. Las lobas nunca elegirán a un lobo débil, eso significa la
extinción de la manada. Una mujer nunca elegirá a un hombre débil, eso
significa la muerte de la tribu. Pero, ¿es realmente así ahora?
Por
una razón se le llama Madre Naturaleza y no Padre Naturaleza. La Naturaleza es
femenina, es Mujer, y las mujeres humanas son manifestaciones físicas, avatares
de esa Madre Naturaleza en el mundo humano, y esto lo sabe el Imperio.
Uno
de los peores enemigos del Imperio es el hombre consciente, el hombre fuerte,
el hombre identitario, el bárbaro conaniano, y la única manera de que este
hombre pueda surgir y replicarse es con la ayuda de la mujer, pues la mujer
selecciona a los más fuertes y da a luz a través de ella a los Aquiles, a los
Leónidas, a los Arditi, a los héroes que darán forma al mundo y que serán la
guía y el modelo a seguir de otros hombres en el futuro. Por lo tanto, no basta
con generar una guerra de hombres contra mujeres, lo que hace falta es destruir
la fuerza de la manada desde la raíz: la Selección.
Como
dije, la mujer siempre elegirá al fuerte por sobre todo, está en su naturaleza,
porque ella ES la Naturaleza. ¿Cómo ir en contra de la naturaleza? Nuevamente
la astucia del Imperio hace una jugada magistral: Disfrazar la Debilidad en
Fuerza.
Lo
débil en lo deseable y lo fuerte en lo indeseable y hacer propaganda, esparcir
el ideal de lo falso fuerte hasta el hartazgo, esparcir el evangelio de la
“nueva fuerza”, engañando el radar de la mujer y generando un deseo por los
hombres débiles creyendo que son los fuertes, y creando, ya sea, un desagrado,
disgusto, odio, o simplemente falta de gusto y atracción hacia los hombres
fuertes.
Un
conocido, hermano de este camino tribal, Santiago Panzer, compartió una foto de
una pareja adolescente simple y común. La chava era una chica muy atractiva,
buen cuerpo y todo eso, pero el novio era visiblemente, y muy probablemente
igual en cualquier otro aspecto, alguien demasiado NADIE. La debilidad brotaba
de su ser como la fuerza del agua rompiendo una presa. Era como ver a una leona
a lado de un león enclenque, de colmillos pequeños y lampiño de melena. ¿Cómo
este chico va a poder proteger a esta muchacha si muy probablemente no sepa
protegerse a sí mismo?
Panzer
dijo algo muy cierto sobre este tipo de casos, ya que mencionaba que este tipo
de mujeres atractivas, “fértiles” (si se quiere usar también este término junto
con lo atractivo), elegían ha este tipo de hombre débil y enclenque para poder
ser ellas quienes dominen, ellas ser las poderosas en la relación. El problema,
¿Qué van hacer cuando un hombre de los malos fuertes quiera a esta chica?, ¿Su
novio la protegerá?, ¡claro que no!, al primer putazo estará muerto. ¿Qué tipo
de mensaje das a tus enemigos, otros depredadores, hienas carroñeras que buscan
un pedazo de ti, al tener como macho a un león sin colmillos que desde lejos no
emana ni fuerza y mucho menos respeto?
La
imagen ayuda mucho, si te ves rudo, grande y todo eso puedes dar el mensaje a
los demás de fuerza y de que tengan cuidad contigo, pero lo más importante es
la fuerza de tu esencia. Los samuráis no eran grandes ni musculosos, muchos de
los guerreros antiguos no mostraban las características popularizadas por los
medios de alguien rudo, fuerte y de temer, pero aún así exudaban fuerza y
respeto. El exterior ayuda, pero lo principal y mas importante es tu esencia,
pues, ¿Qué pasará cuando a pesar de tu “fiero” exterior alguien te quiera retar
y carezcas de ese espíritu fuerte?, será la misma historia que la de muchacho
enclenque.
Este
fenómeno aparece de diversas formas, pero siempre es el mismo: el débil
afeminado como el ideal de belleza o masculinidad “fuerte”. Los medios
bombardean, muestran hombres tipo BTS, CNCO, el pendejo de One Direction (el
que se viste con vestidos), Timothée Chalamet, o los pendejos que salen en esa
revista de nombre Badhombre como lo que debe ser atractivo, deseable, el
“espécimen fuerte” que la mujer debe “seleccionar”.
Que
yo recuerde empecé a ver este fenómeno cuando salió al estrellato Justin
Bieber. Un hombre que para nada se veía masculino pero que tuvo a toda la
juventud de mujeres llorando, suplicando por que éste las escupiera o incluso
vendiendo su virginidad para conseguir un boleto para poder ir a verlo.
Ese
fue el caballo de Troya del Imperio en contra de la selección femenina de
héroes. El débil se disfrazó en el fuerte, y la característica del débil que le
beneficia al Imperio es su alta complacencia por el estatus quo del mundo
moderno. Estos hombres pueden ser hasta más fanáticos en mantener el sistema
tal y como está que las mismas mujeres. Vean a los hombres tipo Calvin Klein, a
los modelos, a los mentalidad de tiburón, a los coach de seducción, a los
reggaetoneros, todos fieles ovejas del Imperio. Y con hombres débiles como la
principal opción para las mujeres, no esperen un Aquiles o un Leónidas muy
pronto.
Un
ejército de hombres castrados, mujeres confundidas y engañadas, una sociedad en
donde la fuerza es odiada y la debilidad es deseada, esa es la estrategia del
Imperio para detener el caos. ¿Cuál es la alternativa? Ésta es una respuesta
muy compleja y no me siento una autoridad como para generar una respuesta
dogmática que deban seguir al pie de la letra, pero siento que, al ver el
problema, al analizarlo y entenderlo, cada uno podemos generar nuestras propias
estrategias de defensa para cualquier escenario. Pero una cosa si es segura, la
MUJER NO ES EL ENEMIGO. Ella es la llave de nuestra liberación también, ya que
la mujer siempre a sido la que pone los requisitos de como debe ser un hombre,
en ciertos parámetros de la sociedad. Antiguamente buscaban hombres fuertes,
guerreros, porque los tiempos lo necesitaban, entonces los hombres buscaban ser
los más grandes guerreros y así mostrarse dignos. Si la mujer vuelve a ver con
valor la fuerza, la verdadera fuerza, más hombres buscaran volverse leones y no
ovejas.
La
estrategia del Imperio tiene una falla, no importa cuanto invierta en mantener
esta farsa, la naturaleza femenina aflora, y buscará la verdadera Fuerza.
¿Cuál
es nuestro papel?
Recordar
a la Mujer, al mundo y a los demás hombres perdidos, cual es nuestra verdadera
naturaleza, la naturaleza que debemos seguir, la Ley Natural que nos forja más
fuertes. Debemos recordar a los hombres y a las Valkirias, quienes son los
dignos de entrar al Valhalla.
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